Ligia D’Andrea expone Mi ciudad

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El trabajo de Ligia D´Andrea lleva a  la profundidad del cubo blanco algo del misterio del mundo expresado en lo urbano, en  una  estética popular de las calles. De esta forma tres espacios se  atraviesan y transforman dando lugar a una instalación y a un arte conceptual.

Nos referimos a la estética popular urbana de los letreros  en las calles de la ciudad de La Paz, en los minibuses, en puestos de comida, en pequeñas tiendas o  lugares inverosímiles que se propagan y que se pierden en la ciudad marcada por el azar y la necesidad ; se trata también del mundo  inacabado del lenguaje poético  intentando atrapar y habitar  la ciudad,  tratando de ser la ciudad transfigurado por esta estética; y  finalmente el cubo blanco, el  ámbito abstracto en el espacio cerrado de la galería  simbolizado  en la espiral  en contraposición al cubo.

La creacion motivada por el cubo blanco ya era una constante en la obra de la artista: "Desde mi  formación en Berlín  he  trabajado con instalaciones,  interesada en el espacio interior para crear una percepción artificial del espacio. Dando una perspectiva falsa con la tensión de  hilos negros  en un cubo blanco que es  la galería creaba una segunda dimensión más virtual que real e  inducia a cierta confusión óptica.  Pensaba  alterar el campo visual a través de esa perspectiva falsa,  como un dibujo tridimensional hecho con hilos en un espacio físico.  Era un trabajo formal de  ilusión óptica para romper con el espacio de la galería, dando la sensación de que esos hilos traspasaban el espacio físico y de que el hilo se  continuaba  por el techo y  por el suelo.  Sugería  ver desde afuera el espacio de la galería como un microcosmos"

En la instalación Mi Ciudad,  la palabra se materializa de otra forma, con otra idea, la poesía se hace visual y  palpable, señalando un rumbo, su propia urgencia. Colores vibrantes van transformando visualmente poemas oscuros y pesados, enriqueciendo el sentido de las palabras para nombrar el misterio: "La temática de ahora ha dado un giro muy grande en el sentido de que uso la palabra gráfica, un texto. Forzada por el bombardeado de la graficación de la ciudad de la paz. Ese bombardeo urbano de la información de los minibuses o de lo que es información para tiendas de internet, o cafés o restaurantes. Toda esa manualidad de la letra me llamó la atención, hace tiempo que vengo observando ese arte popular de cortar la letra, de hacerla a mano, que no es algo industrializado.

Es un arte porque tiene una estética muy fuerte,  el uso de los colores vibrantes, el tipo de letra, la posición de las letras, los carteles unos sobre otros, hay unos que son tridimensionales, que están sueltos, se pueden ver de tres lados  y giran  en el espacio, o las letras delante y atrás del cartel, el cartel suelto por un hilo que se puede ver de acuerdo con el viento en la calle,  anuncios de ceviches, almuerzos, cafés, etc.  Mi deseo era sacar el texto informativo  de la calle y ponerlo en un espacio de reflexión que es el espacio de la galería pero con una palabra poética, con poetas bolivianos que hablasen de la ciudad de La Paz,  el tema de la soledad del hombre contextualiza al hombre moderno viva donde viva en las grandes urbes. La Paz tiene una estética muy particular".

John  Cage un  músico experimental de los años 70  que experimento con el minimalismo en la música, habla de la tecnica del azar  en las culturas orientales,  el azar entendido como un mensaje singular y personal  al abrir, por ejemplo, un libro. D’Andrea pudo mirarse en el azar de la lectura de poetas como Jaime Saenz, Guillermo Bedregal, Gillmar Gonzales y Juan Cristobal Mac Lean. Los versos seleccionados para la exposicion fueron tomados por una identificación libre. Algunos versos se repiten y se vuelcan como un espejo de la palabra, son los versos más cercanos a D’Andrea,  Ligia nos dice  que los artistas plásticos  viven de la imagen visual,  viven con los ojos mucho más que un músico que vive con los oídos, o de un escritor que vive de la palabra: "El término que utiliza Carlos Villagomes del abigarramiento de la arquitectura se aplica también a un abigarramiento visual,  La Paz es una ciudad tatuada de informaciones, si se limpiara la información de los letreros no se reconocerían las calles. He observado que los letreros han comenzado a crecer de tamaño porque se sobrepone al más pequeño,  uno mayor y mayor, como un tatuaje plastico porque tiene color  y tiene un artesano por detrás"

Una coincidencia sorprende y se eleva en la pared más alta del Patio de cristal, la doble espiral que describe el recorrido de un poema  en prosa  de Jaime Saenz, Las condiciones de la luz y de la sombra. El poema alude al cubo blanco, habitandolo y humanizandolo. Ligia señala que la espiral fue motivada por el espacio. El patio de cristal del Museo Nacional realmente es un cubo blanco, actualmente en las artes plasticas y en el lenguaje contemporaneo  se habla del cubo blanco para definir lo que es una galería,  que un poeta  boliviano lo tomara con otras intenciones y en otro contexto resulta una coincidencia asombrosa atrapada  por la intuición  de la artista: 

"El fragmento habla de la luz y la sombra  es el tema del artista plástico desde el renacimiento y  es un aspecto del cubo blanco. El manejo de luz y sombra en un cuadro bidimensional  era lo que posibilitó al artista plástico desde el renacimiento dar la idea de volumen y de espacialidad añadido a la perspectiva.  La distorsión de la perspectiva venía siendo ya un tema recurrente en mi trabajo.  No me siento dentro de lo que fue el arte conceptual de los sesenta cuando los artistas empiezan a usar el texto, nunca he sentido  identificación por ese tipo de expresión artística contemporánea del arte conceptual utilizando el texto, más bien desde hace  catorce años que vivo en La Paz la motivación vino por los letreros de la calle y no vino por una corriente contemporánea del arte."

Sobre las nuevas tendencias del arte contemporano, Ligia refiere de un modo general la fascinación de las artes plásticas por   las nuevas tecnologías desde los años sesenta, y el tema recurrente del hombre en las urbes : "Introducir el cine, el video, todos los recursos electrónicos de internet, es el tema de los artistas en el mundo; otro tema  es la urbe,  las grandes ciudades como aéreas de crisis que crecen sin un control,   casualmente ahí se inscribe mi propia realidad, La Paz es una ciudad que intento como extranjera entender. Me identifico con la situación de comprender  esta ciudad  viviendo en una cultura ajena,  con amigos que he hecho en otros países  y que no están a mi lado. 

Actualmente en el arte en términos generales se interesa por  las grandes urbes, la multitud, la desintegración la falta de armonía, el caos y el hombre perdido des esas ciudades, y también las ciudades virtuales. Paul Virilio, por ejemplo  es un artista que casi no viaja, pero que analiza y estudia lo que es el gran desastre del caos,  la pérdida del hombre frente al internet, del hombre que se comunica con amigos de todas partes del planeta pero que no soporta y no se comunica con el vecino de a lado, porque no lo conoce, porque no lo soportaría  en términos incluso de un racismo alarmante,  se refiere al hombre que intenta cerrarse al otro pero que tiene amistad con gente al otro lado del mundo".

Si el letrero  de la calle  entra al cubo blanco de la galería  podriamos  imaginar el anuncio de un puesto de comida o de un trufi señalando “soluciones increíbles a la realidad y porque el deseo y la voluntad no son uno” como describe uno de los poemas en la pared del Patio de cristal. Si la autora de la obra pudo encontrarse el azar de  los poemas, el espectador podrá  también leerse así mismo  en una obra  que solo  se completa con el sucesivo y cambiante lector.  La Paz no es una, es múltiple y hay tantas ciudades como habitantes describiendo sus propios mapas y desiertos.

La espiral

“No he de detenerme hasta encontrar el ángulo en que habitas. Estas condiciones de sombra, de costumbre, de vientos en que moras. Estos halitos fríos de algo que nunca ha de conocerse me impelen a escribir sobre las condiciones de la luz y de la sombra. Soy en este momento un viento fabuloso y configuro los ruidos de las esquinas. No tengo amor a la piel, porque la piel es putrescible y no perdura.

Perdura el cubo, y a él se le escribe. Mas que la tarde, más que el color, y más aun que los canales y las sombras, perdura el cubo. El cubo perdura más que el color (al que le nace en el pecho un perro mirando atentamente salir la luna). Bufa el cubo en medio de la noche, como insecto quemado por los adioses, o un abrazo descuidado por su propio cuerpo. Adoro el cubo. Que blanco, que inhumano, que digno y lluvioso. Que frio, que extraño es el cubo dentro de su naturaleza de ángulos y de rotundas mieses donde se alarga tanto la soledad. Hay un suspiro en el mundo del cubo. El cubo parece un niño abandonado y hay que darle una urna para ampararlo y besarle la frente, y evitar que llore. El cubo es propenso al llanto”
Jaime Saenz
Las Condiciones de la luz y de la Sombra
Obra Poética 1

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Acerca del autor

Escritora y periodista cultural. Licenciada en Literatura. Ha publicado el poemario “Fragmentos en el Aire” Ed. Gente Común. Relatos en las compilaciones “Algo por el Estilo” (Marcelo Villena, UMSA), “Memoria de lo que vendrá”,(Juan González, Nuevo Milenio), en “Más de cien escritores bolivianos” (Roberto Agreda Maldonado Ed. Kipus), en la Antología Primer Festival Internacional de Poesía José María Heredia, Toluca 2017 y la Antología XXII Enero en la Palabra. En medios como Los Tiempos, La Razón, El Diario, Opinión, Revista “Tu mundo”, Revista Municipal de Culturas “khana”, Revista de poesía “Alforja” y Cuadernos de Literatura “Pensamiento Decolonial y Literatura”. Como crítica de cine, ha publicado junto a Marcelo Reyes “Apuntes de Cine” Ed. 3600. Desde 2002 hasta la fecha es editora de la revista digital de arte y cultura, Palabras Más, de la que es cofundadora.

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