El Martes 17 de Mayo a las 19.30 en el Museo de Etnografía y Folklore – MUSEF, el Programa de Apoyo al Arte de la Fundación ‘Educación para el Desarrollo’ FAUTAPO presenta y entrega de los documentos: "CURACIONES DE LUNA NUEVA – Saberes, prácticas y productos musicales en Lomerío" y "Guía Introductoria para la Investigación de Saberes, Prácticas y Productos Musicales" coordinados por el etnomusicólogo: Bernardo Rozo.
Estas dos publicaciones son parte de la iniciativa del Programa de Apoyo al Arte de la Fundación ‘Educación para el Desarrollo’ FAUTAPO, para explorar saberes artísticos propios a nuestro país, para entender cómo su ejercicio y enseñanza, son escenarios de formación prácticos y pertinentes. Pensamos que los procesos vivos musicales de Lomerío, enraizados en los recorridos históricos de estos pueblos, nos revelan los caminos que aún debemos transitar en cuanto a la educación e investigación en las artes, en nuestro país.
GUÍA INTRODUCTORIA PARA LA INVESTIGACIÓN DE SABERES, PRÁCTICAS Y PRODUCTOS MUSICALES
Es un trabajo dirigido a personas, hombres y mujeres, de cualquier lugar del país, que tengan el deseo de desarrollar una investigación sobre los diferentes saberes musicales de manera autónoma y ordenada. El objetivo no es formar etnomusicólogos/as, ni agotar en estas páginas todo lo que puede implicar una investigación sobre las músicas. Pretendemos más bien, contribuir al desarrollo de investigadores/as de campo que, con más o menos experiencia, pero con una buena dosis de sensibilidad y familiaridad con la música, puedan tener injerencia directa en su propia realidad, teniendo la capacidad de manejar una ‘caja de herramientas’ para describir y analizar de manera consistente la música que se desarrolla en su propio contexto. A partir de ello, esperamos que estas personas puedan participar en el desarrollo de políticas, programas y proyectos propios que busquen no sólo la preservación de antiguas tradiciones musicales, sino también, el surgimiento y desarrollo de nuevas, bajo la premisa de que puede haber un conocimiento democrático acerca de las músicas, que son una experiencia propia del ser humano que acontece todo el tiempo y en cualquier lugar del planeta.
Esperamos también que este esfuerzo contribuya para que las culturas musicales del país, las ‘tradicionales’ y las que están ‘por venir’, sigan el camino que sus propios cultores decidan trazar, en la medida en que reconozcamos, cada vez con mayor convicción, el grado en que la música es una forma de conocer, entender y transformar el mundo en el que vivimos.
CURACIONES DE LUNA NUEVA
Saberes, prácticas y productos musicales en Lomerío
Escuchar la música como sistema. Escucharla no como fenómeno sonoro solamente, sino también como la interacción de varios elementos complejos como valores, emociones, actitudes, comportamientos, manejos corporales, y formas de ver y vibrar el planeta. Este es el punto de partida de esta investigación que trata sobre los saberes, las prácticas y los productos musicales ‘en’ Lomerío. Y ¿por qué no ‘de’ Lomerío? Porque, desde una perspectiva multi-local, la música como sistema se muestra totalmente permeada de numerosas capas sonoras que, además de ser cotidianas, acaban determinando todo evento musical. Así, cuando nos propusimos estudiar las músicas consideradas como ‘tradicionales’ por los lomerianos, alcanzamos un estudio completo incluyendo también lo que viene a ser lo ‘no-tradicional’, que hoy en día, paradójicamente, a veces es lo que más se escucha.
Un enfoque etnomusicológico así, no está exento de conflictos y tensiones, las mismas que ponen en relieve la variedad de ‘entendimientos acerca de lo ‘musical’, y que justamente se convierten en el motor que hace andar todo un sistema cultural. Así, teniendo al conflicto como engranaje, esa complejidad se ha puesto en evidencia. Gracias a ello, descubrimos esa complejidad musical cuyas perspectivas van desplazándose y a la vez deslindando lo ‘propio’ de lo ‘ajeno’; mostrando abiertamente dinámicas sociales, ‘repertorios’, trayectorias, negociaciones, incomunicaciones, contradicciones, apropiaciones, préstamos e imposiciones, todos ellos insertos en la experiencia musical local.
Así, través de las denominadas “Sesiones de Discusión”, entrevistas en profundidad, “Sesiones de Audición” con músicos y no-músicos, grabaciones de campo, encuentros interculturales, y la perspectiva múltiple y dialógica de las voces de muchos lomerianos, se ha empezado a dibujar el paisaje sonoro-musical de nueve comunidades lomerianas. Una experiencia que, entre tantas cosas, nos ha enseñado que reconocer una música como ‘propia’, no significa que ésta se convierta en algo estático e inmutable; y que la presencia de músicas que nos son ‘ajenas’, instalada ya en nuestro cotidiano, no necesariamente significa que lo hemos perdido todo, además de la noción de quienes somos.
Abordar lo musical de esta manera, ha permitido también iniciar una profunda reflexión sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje de la música en estos contextos, desplegando una serie de cuestionamientos respecto al papel de las escuelas en la educación musical, los contenidos pedagógicos, la transmisión de conocimientos entre generaciones, las expectativas frente a la difusión de la música local y el uso de notaciones escritas para este fin.
Con todo, que sea éste apenas un primer esbozo, modesto y aproximativo, que está todavía lejos de poderse comparar con la inmensa complejidad cultural y social que caracteriza a esta población de Tierras Bajas, que esta vez nos muestra su riqueza sonoro-musical. Lomerío definitivamente es un territorio donde, a través de la danza, el canto, la instrumentación y la creatividad, podemos comprender procesos históricos y sociales dinámicos, apropiaciones simbólicas, tensiones políticas, valorizaciones estéticas, representaciones sociales sobre la vida cotidiana, la ritualidad, la producción y la visión de la naturaleza y el mundo. Un territorio donde, quien quiere aprender música, y siente que no tiene el ‘don’, puede comenzar a hacerlo conociendo acerca de las curaciones de Luna Nueva.