LOS CHICOS

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Para Wilmer Urrelo Zárate

1.
Demetrio está vestido de plomo. Con zapatillas blancas y el cabello largo hasta los hombros, sin acné en la cara nos da su mejor sonrisa luego de años de ortodoncia. Tiene la piel blanca y no tiene vellos, calza cuarenta y dos. El reloj pulsera lo tiene sujeto a la muñeca izquierda. Todas las mañanas desde que tiene seis años estornuda muchas veces a causa de la alergia que le tiene al polen. Es el único hijo de un matrimonio que ya no existe más.

2.
Ángel mide un metro setenta, ojos cafés oscuros; cabello castaño lacio, cortado emulando el estilo de los jóvenes Beatles; tez trigueña. No usa anillos ni reloj pulsera. No se pone shorts porque no le gusta la forma que tienen sus piernas. Su voz es áspera, como si hubiera fumado grandes cantidades de cigarrillos en su niñez. Su piel tarda en cicatrizar más de lo normal y cada verano sufre grandes hemorragias nasales que combate comiendo mandarinas y tapándose las fosas nasales con perejil. Hace tres meses ha dejado de ser vegetariano. 

3.
Ángel y Demetrio se conocen desde hace muchos años. Siendo sus madres amigas hubiera sido imposible que ellos no llegaran a ser amigos. Han discutido sobre mujeres, sobre ciertas canciones que uno cree que son fundamentales para entender su generación, mientras que el otro sólo les atribuye valor por su sonido. Discutieron sin llegar a nada concreto sobre deportes extremos, y para uno de ellos el arte jamás podrá explicar la vida y por eso prefiere prestar atención a las cosas que piensa que son más reales. El otro, como está empezando a escribir poesía y desde hace cuatro meses que pinta paisajes rurales con acuarela, prefiere quedarse callado. Así, poco a poco emergen los comentarios sobre las películas que vieron la semana pasada, luego pasan revista minuciosa a las anécdotas de las vacaciones de invierno. Esos momentos hacen que el tiempo pase volando, así pueden ser ellos mismos, sin pretender nada más que un buen momento que justifique el día.

4.
Cuando cumplen quince años, a uno de ellos le regalan un ramo de flores. Al otro un juego de rompecabezas de mil piezas que representa la catedral de Notre Dame de París. A ninguno le gusta demasiado el regalo recibido. Sólo dan las gracias con una sonrisa que, si se piensa bien, no quiere decir nada.

5.
Uno de ellos tiene pesadillas, pero siempre despierta antes de mojarse por completo. El otro, a veces se encierra en su habitación y repasa las canciones pop que transcribió aquel verano en el que estuvo solo.

6.
Ángel, al igual que Demetrio empieza a pensar en su futuro y en la carrera que debe estudiar. Desea ser ingeniero, pero detesta las matemáticas y sabe que sólo con esfuerzo no puede llegar muy lejos. Conoce que Demetrio ha manifestado en más de tres oportunidades su deseo de ser médico. Pero sabe que tampoco su amigo tiene mucha idea sobre el tipo de médico que quiere llegar a ser.

7.
Así que un martes parecido al anterior, Demetrio le dice a su amigo que se marchará; que irá a estudiar al extranjero. Al decir esas palabras, Demetrio se cuida más de lo aceptable para no mencionar el país o el nombre de la ciudad donde irá a parar con sus huesos. Ángel, a decir verdad, no se sorprende mucho, pero reconoce que no entiende nada. Prefiere cambiar de tema y preguntarle a quién dejará su colección de películas, pues desea que Demetrio se las entregue cuanto antes. Tras algunas preguntas y un razonable puñado de dudas, Demetrio decide dárselas dos días antes de su alejamiento. Ángel se despide deseándole suerte. Secretamente piensa que él ha salido ganando.

8.
Ángel se acuesta con Romina, se enamora de Mariana y seduce a Pamela. Juan lo odia y es el mejor amigo de Consuelo que tiene ocho años menos que él y es la hija de Sonia, su vecina del 1A. Se sienta junto a Raquel y siempre, viéndole la nuca está Rodrigo que quiere demostrarles a todos que ese tal Ángel no es la mosca muerta que aparenta ser.

9.
Demetrio sólo tiene a Laura. Se conocieron en los cursos preuniversitarios y se gustaron de inmediato. Cuestiones químicas, podría pensarse, pero puede que hubiera algo más de sofisticación en aquel encuentro. La quiere y ella lo respeta y pasa por su departamento tres o cuatro veces por semana para prepararle la cena. A Demetrio no le interesa ser parte del cuerpo de Laura y ella empieza a desconfiar, quizás esa tal Andrea sea la causa de todo; Laura ha encontrado mensajes de texto de ella almacenados en la memoria del celular de Demetrio y aunque no dicen más que generalidades, podría ser que en realidad oculten algo muy sucio.

10.
Ángel ha empezado a trabajar en una firma de arquitectos de relativo prestigio y es el responsable de tres proyectos. Uno de ellos que es financiado por la cooperación japonesa no es precisamente el que le quita el sueño, sino el otro; el que debe entregar en cuatro meses y que es supervisado desde el mismo Ministerio de Obras Públicas y Previsión Social. Además, por esos días, se ha mudado al departamento de Nadia. Vivirán juntos. Se conocieron, hablaron, rieron, se enamoraron.

11.
Cuentas por pagar. Libros que deben ser devorados antes de lo previsto y maquetas que nunca resisten las pruebas de calidad. Cheques que van rebotando y cirugías que se ven detrás del cristal, para descubrir que las náuseas son más fuertes que antes. Meses y meses sin saber qué hacer, hasta que uno de ellos empaca todo y dice adiós. La vecina del 1A le recomienda para un trabajo en una clínica que también tiene un pabellón dedicado a la belleza facial y al rejuvenecimiento corporal. El dinero ahorrado ahora es necesario para alquilar en un centro comercial dos tiendas unidas por una pared falsa donde instalará una distribuidora de materiales de decoración: Un año después, ambos se han acostumbrado a sus nuevas y delicadas funciones.

13.
Demetrio aún recuerda los sueños de Ángel. Pasea los fines de semana por barrios que se parecen en algo a su anterior hogar.

14.
Demetrio ha descubierto que no desea estar con mujeres. Las últimas relaciones que ha tenido no le han hecho ningún bien. A veces piensa en castrarse pues cree que suprimiendo ese órgano suprimirá el deseo.

15.
En el lugar donde Demetrio trabaja, las intervenciones avanzan y se revolucionan sin que él se de cuenta. Los implantes de senos ya son normales, las liposucciones son cosa de rutina. Los liftings llevan sólo unos minutos. Y como les va cada vez mejor han llegado a pensar en los pasos siguientes.

16.
El centro comercial, a causa del crecimiento de la ciudad, ha ido quedando más y más al centro de todo y en el justo medio de ese universo está la distribuidora de Ángel, que se ha convertido en la agencia principal, porque ahora el negocio posee tres sucursales. Una a cargo de Mónica, la hermana de Nadia, la otra está a cargo de Nadia y la última, que se fundó tan sólo hace ocho semanas, está regentada por Consuelo, la hija de la vecina del 1A que ya tiene edad suficiente para querer hacerse responsable.

17.
Demetrio está leyendo revistas médicas. No tiene título pero ha ingresado a quirófano como enfermero ayudante y ha soportado con éxito la visión que le ha producido la implantación de senos. Es también el encargado de hacer el seguimiento a tres hombres que, en base a una exhaustiva fórmula, están desarrollando glándulas mamarias, cambios en el timbre de su voz y diferentes secreciones en la orina.

18.
No sé explicar cómo es que el informe médico que está leyendo puede ser tan hechizante. Ciertamente le han realizado varias pruebas pero él cree que aún debe existir algo que no está tomándose en cuenta en su caso. Nadia lo mira y no sabe qué pensar cuando lee sobre su hombro la palabra: “disfunción” seguida de un paréntesis que contiene las palabras: “Esterilidad crónica”.

19.
Un sueño largo es interrumpido por una secuencia de imágenes aterradoras. Demetrio despierta envuelto en sudor ácido, ha tenido una pesadilla.

20.
A pesar del tiempo que llevan juntos las noticias no son alentadoras ni fáciles de sobrellevar; más aún cuando el deseo de una familia es más fuerte que la capacidad que se tiene para entender lo que no se quiere comprender. Ángel deja que Nadia se vaya, pero no le pide otra cosa que la firma de un nuevo contrato. Ella lo lee con los ojos mojados y rojos, lo besa por última vez. Ángel le acaba de regalar la sucursal.
 
21.
Federico, luego Sergio, después Fabricio y ahora, Martín. Todos ellos han entrado en la vida de Demetrio y lo han hecho feliz. No lo han complicado como otras y le han enseñado el reverso de la pasión, del amor y de la piel.

22.
Vendió casi todo. Regaló lo que sobró. Compró un boleto y sin despedirse de nadie más que de la vecina del 1A, Ángel se fue de la ciudad.

23.
El médico le explica el procedimiento. En realidad, él ya sabe cómo y en qué tiempo tendrá resultados; pero aún así debe escuchar lo que vendrá por otros labios; de los labios del que hasta ayer fue su jefe. Saben que su relación desde ese momento ya será otra, pero eso no les impide guardar esperanzas sobre un futuro de nuevas complicidades.

24.
Ha tenido suerte. Muchas personas le han dado referencias adecuadas sobre su amigo y como ya tiene algún dinero ahorrado puede disponer de su tiempo con facilidad. Lo buscará y le contará todas esas sensaciones que lleva guardadas en la garganta.

25.
Las hormonas han funcionado. Sus ojos, a pesar de tener el color de siempre poseen un brillo jamás expresado. Las depilaciones han sido lo de menos. El quirófano ha sido preparado. Antes de ingresar concientemente se despide de sus antiguos colegas con la voz que tuvo y para jugar un poco y romper la tensión se despide de las administradoras con la voz que tendrá.

26.
Seis horas. Juegos plásticos. Un cuerpo en un quirófano como éstos es un cúmulo de plastilina. Implantes adecuados, pigmentos precisos: Aquí se está trabajando el futuro. El cuerpo de antes era sólo una ilusión. El verdadero ser emergerá de entre las gasas. Será bautizada de nuevo. Ella también tendrá una oportunidad.

27.
Una tarde de finales de otoño, Ángel la ve en una cafetería frente a un parque, se acerca a ella, y ella le sonríe. Hablan, caminan y entran a la sala de un cine para entretenerse viendo una película cuyo título no les importó conocer. Cuando salen ya están más que juntos. Como si desde siempre se conocieran. Quedan para verse la mañana siguiente y se despiden con un beso. Ángel, un poco nervioso le pregunta su nombre, ella se acerca a él para que sienta un poco más su perfume y le responde: “Paola”. “Me llamo Paola, Ángel”, se besan de nuevo y ríen al separarse. Al caminar, Ángel ha decidido estar con ella y olvidar todo lo demás. Ella dentro del taxi que acaba de tomar de la esquina, prefiere no pensar. Se muerde un poco el labio inferior, juega con sus pulseras de plata y ve cómo la noche hace encender los escaparates de colores. 
   
 

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