El Sueño de la Muerte o El Espacio de los Cuerpos Poéticos es la video-instalación de Rodrigo Bellott, ganadora en su categoría del SIART 2009, que se presentó el miércoles 14 de Octubre en el Museo de Etnografía y Folklore de la Paz. Se trata de una suerte de tres pantallas gigantes suspendidas en el espacio, vistas singularmente a través de sus dos caras, rodeando la representación del Árbol de la Vida de Gustav Klimt (1862-1918), figura que emerge de la tierra circular en la oscuridad de la sala. El Árbol esencial se expande y se abre como una sombra tocando las tres paredes en movimiento.
Cada pantalla sumerge al espectador en la lenta contemplación de un cuadro, y cada cuadro recrea una escena pintada por Bouguereau (1825 – 1905). Esta obra especular explora visualmente la ilusión del movimiento en las grandes obras del artista realista del siglo XIX, y simultáneamente analiza la parálisis cinematográfica del cuadro fílmico contemporáneo. Con una detallada puesta en escena que ralentiza el movimiento de actores se encarna hábilmente el simbolismo, las posiciones, los gestos y las posturas de los cuerpos, la textura y la energía de los colores que evocan y parodian los cuadros originales.
Esta sutil y silenciosa relojería del tiempo y el espacio enigmático de la pintura, se asienta como mándala circular en tres personalísimas referencias de Rodrigo Bellott: los lienzos de Bouguereau, el Árbol de la Vida y la poesía de la suicida argentina Alejandra Pizarnik (1936-1972), uno de cuyos textos da nombre a la instalación. Por otra parte el grado poético se alcanza por la repetición de la secuencia en cada cuadro, basada en la atemporalidad y la circularidad mítica que representan. La vitalidad de la provocación esta dapa por la confluencia de los tres registros en torno al conflicto de la pausada muerte, y la ansiada rascendencia.
La instalación homenajea y dialoga con los temas clásicos mitológicos retratados, transformándolos en un proceso cinestésico, no exento del inteligente ensueño y del humor al ver, por ejemplo, a nuestros artistas locales, interpretando su papel en el lienzo de Orestes y las Furias, travestidos por el tiempo de la narración en la pintura que se mueve, perivirtiendo el lienzo con una ambiguedad involuntaria.
El inesperado guiño de Bellot mirando a Dante y Virgilio en el infierno, o de Adán y Eva Llorando la Muerte de Abel en la pintura El despertar de la Tristeza estimula espacialmente al espectador a extrañarse, por el lugar nada común que es el sueño de la muerte. Igualmente los transeúntes de la instalación sentados, detenidos o caminando componen otro cuadro cerca del cuadro. Con otra temporalidad, otros cuerpos, que sin prisa y sin drama recuerdan el mirar del mirar, y la vida del cuadro que no existe sin la mirada. Así Bellot recontexualiza o performa el movimiento y desarma visualmente el tiempo.
El Sueño de la Muerte o El Espacio de los Cuerpos Poéticos resuena, como el propio Bellot afirma, la influencia de artistas como Bill Viola y el extrañamiento que deposita en cámara lenta, sobre la vida del gesto en el cuerpo.
Con extraordinaria paciencia la calidad de las imágenes digitales de alta definición filmadas con una cámara Red, es destacable, y contribuye a crear el efecto foto realístico característico de los cuadros de Bouguereau.