Palabras Más estuvo en la inauguración de la exposición de Sergio Pinheiro Guimaraes, Fe Cravada Fe Amarrada y tuvimos la oportunidad de cruzar unas palabras con el artista.
Como el mismo autor señala, la obra dialoga con las huellas del movimiento antropófago modernista, expresado también en el manifiesto antropófago de 1928 de Oswald de Andrade. Algo de absorción, trasformación y fuerza se desprenden de las piezas que miran al espectador atravesadas por clavos y atadas por telas y cuerdas.
Para Guimaraes tiene gran valor la manera de interpretar su obra. El visitante descifra lo que ve, "se trata de la búsqueda de cada uno por su afinidad". Clavar y anudar es una forma de apropiarse de los espacios, de marcar territorio y de dar un pie. En la exposición también se puede apreciar la transformación que se hace a las tradicionales cintas de Bonfim que son amuletos de la suerte en Brasil que se anudan a la muñeca para que se cumplan los deseos del creyente, de esta forma el espectador participa de la obra siendo filmado en sus reacciones.
¿Por qué en algunos de tus cuadros se ven escenas de canibalismo? ¿El hombre se come al hombre?
SPG: Hay diferencia entre antropofagia y canibalismo, canibalismo supone que el hombre come la carne del prójimo por que le gusta; antropofagia es cuando come la carne para lograr las cualidades y las calidades del prójimo como bravura, coraje, inteligencia. Hubo un movimiento en el Brasil de arte en 1922 que se llamaba antropofagia. Entonces la idea de las cabezas en mi exposición es que no podemos aceptar y tragar todo lo que viene de fuera. Es una cuestión de aceptar la buena globalización no todo lo que viene de afuera. Refiero la antropofagia porque la globalización está muy fuerte, tragamos todo y muchas cosas mal, olvidamos nuestra cultura cuando tenemos cosas más interesantes que ellos. Esa es la idea de la antropofagia, asimilar, tragar, digerir y escupir lo que no es bueno.
¿Cuál es el valor que das al acto Clavar como un acto de fe y al hacer nudos?
SPG: La cuestión de la fe puede ser religiosa pero aquí no es la diferencia, es una cosa más profana en el mundo, en el pueblo, es el acto de pasar del pensamiento abstracto al físico. Es un proceso intermediario de la realización del deseo, de la voluntad que se tiene. En este acto ya empezó el deseo, en la idea de traer un clavo, de clavar después, de amarrar la cinta. En Bahía tenemos estas cintas en una iglesia que se llama Nuestro Señor de Bonfim. Yo escribí otra cosa en ellas: “fe en las cintas mi deseo es…” El que ve la ex poción, viene, clava un clavo y amarra su cinta. Entonces la idea es ver la reacción de la gente y filmarla. Si uno es más tímido elegirá un clavo más chico y una cinta; otro elegirá un gran clavo y cinco cintas. La idea es filmar eso y ver la reacción de cada uno.
La exposición se desarrolla en el MUSEF, (calle Ingavi 916, La Paz) hasta el 30 de abril de 2008.