La Tentación de Potosí

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La película  se presentó en la Cinemateca Boliviana de La Paz este 26 de Octubre, con la presencia de los realizadores.

El filme busca rescatar cada uno de los detalles de la leyenda del pacto con el diablo. También explora la relación entre el dinero, la ascensión social y los imaginarios que dominan a los mineros, comerciantes, campesinos y a toda una sociedad, dijo Pascale Absi, guionista del documental en una entrevista con el Programa de Investigación Estratégica en Bolivia El mito del “Tío” de los socavones del Cerro Rico de Potosí es la historia que el cineasta Philippe Crnogorac decidió recrear en un documental La tentación de Potosí, que llegará a Bolivia en 2011(PIEB).

Philippe Crnogorac, cineasta  ¿Qué ha provocado su deseo de hacer esta película?

Potosí es un escenario fantástico para el cine. Lo descubrí hace más de 10 años. Estaba fascinado por este lugar en plena cordillera, un lugar que, por lo asombrosa que es su historia, parece inventado por un novelista loco. Riquísimo, violento, decadente… y luego abandonado, Potosí es un lugar de memoria de nuestra civilización, de nuestro pasado de conquistadores, del origen de nuestro dinero. Es un poco la trastienda de nuestras sociedades modernas y monetarias.

Entonces, cuando Pascale me contó la historia de este hombre que, para volverse rico, habría hecho un pacto con el diablo antes de desaparecer. Enseguida me vinieron imágenes a la mente, una intriga universal, arcaica, un pacto tabú que nos habla de nuestras angustias y nuestros deseos, de nuestra historia religiosa, en la oscuridad inquietante de la mina.

 

¿Considera Usted La tentación de Potosí más un documental o una ficción?

La tentación de Potosí es claramente un documental, en el sentido en que ha sido filmada en relación directa con la realidad del lugar. No hay ningún diálogo preestablecido, ningún actor pagado por hacer un papel.El cine a menudo se ha apoderado de la figura del diablo en películas de ficción, pero encontrarse de pronto frente a relatos de gente real que dice haber visto al diablo, haber cerrado un pacto con él…

Esto es algo que yo desconocía. Es un intento de acercarse a la fábula, al cuento, de hacer universal esta historia, con cierto espíritu barroco tan presente en Bolivia.

 

¿Cuál es su relación con la cultura boliviana?

Es un país que no hace concesiones, que no conoce la tibieza. Con seguridad esto es cansador, pero es tan vital. En este sentido, los mineros encarnan estos sentimientos, y la película es también un homenaje a estos hombres que trabajan en condiciones inimaginables y que a pesar de todo están orgullosos de arriesgar cada día su vida, con la esperanza de encontrar un día la buena veta que hará olvidar todos sus esfuerzos y sufrimientos.

 

La película incluye varias secuencias filmadas al fondo de la mina. ¿Bajo qué condiciones se rodaron estas secuencias?

Para los que la conocen, la bajada a las minas de Potosí es una experiencia inolvidable. Uno se encuentra encorvado en las entrañas de la tierra, trepando por galerías que permiten apenas el paso de un hombre, para luego alcanzar lugares de trabajo donde la temperatura sube hasta 40 grados… Filmar permite aguantar muchas cosas, y en estas condiciones la cámara es un excelente aliado. Estuvimos en un área de trabajo y nosotros también trabajábamos. Esto ayudó mucho. La diferencia es que para nosotros la mina fue una experiencia de dos o tres días. Para los mineros es una vida.

¿Usted terminó por cerrar un pacto con el diablo…?

El es quien elige a su personal…

 

Zorba Production

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