El experimentado actor saldrá al escenario del Teatro Municipal este fin de semana para evocar a uno de los personajes de la novela “Felipe Delgado” de Jaime Saenz. En dos funciones, sábado 8 y domingo 9, David Mondacca encarnará al Aparapita, uno de los personajes de la novela “Felipe Delgado” de Jaime Saenz. La representación junto a reconocidos actores y alumnos de la Universidad Católica Boliviana, será en el Teatro Municipal en funciones de tanda (Hrs. 19:30).
Sobre la obra
“En cada capítulo de la novela se encuentra una multiplicidad de historias que permiten descubrir y desarrollar un sinfín de situaciones dramáticas. Se han elegido fragmentos de la primera parte para contar Aparapita y, sobre todo, provocar la lectura de la monumental obra”, señaló Claudia Andrade, directora de la puesta en escena.
Aparapita se suma a las varias propuestas escénicas de Mondacca Teatro basadas en obras literarias. En el caso particular de Saenz, se trata de la cuarta puesta en escena, después de Los Cuartos, Vidas y Muertes y Santiago de Machaca, todas adaptadas y protagonizadas por Mondacca.
“Aparapita, es un fragmento de la conocida novela que muestra a un personaje suicida cuyo objetivo es despojarse de su cuerpo y a quién Saenz lo bautizó como un ‘verdadero anarquista’”, acotó el actor.
La obra -a decir de Mondacca- viene cargada de imágenes y significaciones del universo poético del escritor paceño. El escenario mostrará, una vez más, las condiciones histriónicas de Maria Elena Alcoreza, Jhazel Vargas, Angel Terceros, Rodrigo Ayo, Miguel Angel Mamani, Luis Elías y la actuación especial del taller de teatro de la Universidad Católica Boliviana. La experiencia de Ramiro Vargas en la escenografía y de Claudia Andrade en la dirección, completan el staff de producción.
”Saenz sigue respirando en los pulmones de la ciudad de La Paz y no importa si sus huesos no encuentran calefacción en el frío de una tumba paceña porque su alma sigue disfrutando de sus admiradores y lectores en las bibliotecas de Bolivia”, señala un comentario.
Sobre el aparapita, un comentario señala que “en realidad, se trata de un hombre insignificante a la par que excepcional. Se invalidan las cosas en la proximidad, pierden interés a medida que la perspectiva se reduce y según resulta obvio; es un ejemplo el caso del Illimani, como lo es asimismo el caso del aparapita. La palabra, de origen aymará, quiere decir: "el que carga". Pero, ¿quién es el que carga?
La respuesta llega tras la apreciación de la puesta en escena. Sobre la particularidad de los personajes creados por Saénz, Víctor Montoya afirma que “… el poeta surrealista boliviano que, en sus noches de bohemio, frecuentó el submundo de los aparapitas, intentando beber como ellos, con ellos, dos litros de alcohol por día, puesto que estos personajes enigmáticos, acostumbrados a comer la sopa de perejil con la cara contra la pared y lejos de las miradas indiscretas de la gente, no sólo le fascinaban porque viven en íntima relación con los toneles de aguardiente, sino también por su modo de vestir, pues el saco del aparapita, es una verdadera confección del tiempo y no del sastre”.
(OMC/GAMLP)