EL LENGUAJE DE LAS HISTORIETAS Y EL CINE DE LUIS ESPINAL
El martes 19 de octubre, a horas 19:00, en la Sala Luis Bazoberry de la Cinemateca Boliviana se presentó el libro El lenguaje de las historietas y el cine de Luis Espinal.
El Espacio Patiño y la Cinemateca Boliviana se han aliado para publicar este texto inédito del Padre Luis Espinal (Barcelona 1932 – La Paz 1980), gran maestro y pedagogo del audiovisual y hombre comprometido con la justicia y la democracia, en este año en que se recuerdan 30 años de su asesinato. En palabras del mismo Espinal: “En este libro, se enfoca el tema del lenguaje de las historietas para relacionarlo con el lenguaje del cine. […] en esta publicación, al analizar el lenguaje de las historietas pretendo, pues, exactamente esto: Ofrecer un método cómodo y fácil de acercamiento al estudio cinematográfico y televisivo”.
Pedro Susz, en el Prólogo del libro expresa que: “Pocos meses después del asesinato de Luis Espinal, casi tres décadas atrás, recibimos en la vieja Cinemateca Boliviana, […], varias carpetas conteniendo un trabajo inédito de Luis Espinal. De alguna manera ese trabajo redondeaba la colección de ensayos publicados a principios de los 70 del siglo pasado por Editorial ‘Don Bosco’ bajo el título genérico de ‘Notas Críticas’, pero las circunstancias políticas impidieron su impresión. Aquellas 14 breves aproximaciones al lenguaje cinematográfico, 13 de los cuales pertenecían a la autoría de Luis Espinal, intentaban poner al alcance de un público neófito todas las herramientas conceptuales necesarias como para establecer un diálogo analítico con las películas, permitiéndole dar el salto cualitativo de consumidor pasivo a espectador crítico. Adicionalmente la colección buscaba atraer a docentes y educadores, en el intento de remontar las deficiencias de un sistema educativo cuyos métodos y contenidos fingían ignorar la existencia de los medios audiovisuales y el enorme poder de influencia ejercido por estos sobre niños y jóvenes. De hecho, ya entonces podía ponerse en duda que la escuela fuera el sitio principal donde los chicos eran equipados con la escala de valores que les acompañaría durante su vida. […]. El hecho es que Luis Espinal ejercía su infatigable labor de docencia a través de su columna en Presencia, de múltiples cursos, talleres y seminarios, de la animación de los debates del Cine Club “Luminaria” y a través de los opúsculos arriba mencionados. La prédica tuvo sus efectos, sobre algunos capítulos de la Ley del Cine, por ejemplo, donde se establecían plazos y responsabilidades para poner el sistema al día con los retos del mundo contemporáneo, en materia de analfabetismo audiovisual sobre todo. […] ¿Cómo orientar en efecto a un espectador que tiene todos los días a tiro miles de títulos? ¿Cómo pretender por otra parte que en una sociedad donde se lee cada vez menos, sean las críticas publicadas en diarios y/o semanarios las que le ofrezcan al público un mínimo de orientación en la jungla de los medios y mensajes?
En la medida en que la curricula escolar no avanzó gran cosa en la materia y que el sistema educativo ha incumplido con los plazos y objetivos establecidos en la Ley 1332, vale decir que niños y jóvenes siguen librados a su suerte en medio de la avalancha de filmes que los acosan desde las pantallas chicas y grandes, públicas y privadas, cobra mayor importancia el empeño individual en el afán de tener acceso a las pautas imprescindibles para aquel diálogo crítico con las películas. Por eso, no obstante el tiempo transcurrido, la publicación ahora de aquel trabajo inédito de Espinal, lejos de ser una suerte de nostálgico rescate arqueológico es un aporte importantísimo a la cultura audiovisual. Recordando que ese quehacer constituye hoy por hoy un nutriente esencial del imaginario colectivo y que no es dable pensar en la configuración de la identidad colectiva al margen del peso que lo audiovisual posee en el conjunto de ingredientes que hacen a esa construcción permanente. […] Así, al margen del homenaje siempre necesario al maestro Espinal, esta publicación de la Cinemateca Boliviana da al mismo tiempo continuidad a una de las tareas medulares del Archivo Nacional de Cine e Imágenes en Moviendo, cual es la formación de un espectador crítico y por tanto libre, porque sin ejercicio del criterio propio no existe sujeto en pleno uso de su libertad”.
