A partir del jueves 27 de agosto se exhibirá en la Cinemateca Boliviana el documental Detrás de las Máscaras de los suizos Helena y Daniel Luthi. Como señala el director, se trata de una coproducción suizo-boliviana, que pone énfasis en desmitificar los prejuicios que en la sociedad boliviana se han creado en torno a los lustrabotas del país. Detrás de las máscaras de los prejuicios se intenta develar una mirada respetuosa al trabajo de uno de los sectores más pobres de nuestra sociedad.
El anonimato de los pasa-montañas responde según los protagonistas, al deseo de no sacrificar algún estatus social por realizar una actividad percibida como poco digna, un trabajo denigrante asociado con las drogas y la delincuencia. Muchos lustrabotas son estudiantes de la universidad, o padres de familia que deben sustentar un hogar. El principal mérito de la película sin duda es la mirada extranjera que lleva a su mundo un fragmento de nuestro imaginario. Efectivamente lo que para nosotros es una realidad de todos los días, que apenas suscita nuestra atención, es para la sociedad europea un anacronismo, casi una aberración que no deja de ofender nuestra sensibilidad: el trabajo infantil.
Habría que preguntarse si el documental se queda en la superficie de una realidad más profunda y cruda, la cámara repara en los sindicatos y en la labor de la alcaldía que aunque exigua, reconoce la necesidad de organizar y mejorar las condiciones de vida de más de 3000 trabajadores, el documental de 30 minutos no es miserabilista y no busca abiertamente exponer un exotismo, que paradójicamente puede escaparse a mejores buenas intenciones.