Son los últimos días de la presentación de la película de Pablo Trapero en el Cine Teatro Municipal 6 de Agosto. El film tambíen fue presentado el 2008 en la Sexta Muestra de Cine Latinoamericano en La Paz.
Leonera suspende constante y extrañamente la tensión de la narración. El guionista Alejandro Fadel, nos dice que la intención era la de esconder una idea principal de la mejor manera posible: la maternidad. Atrapada por el guión o contenida por éste, la película debía liberarse del artefacto que en última instancia existe para tirar a la basura, las películas deben trascender a sus guiones. En ese sentido Leonera es una película a la que podríamos tildar de moderna por sus personajes a la deriva, y estamos de acuerdo en que este personaje no soló es madre sino que la mujer es una "diva" que seduce naturalmente en la pantalla, y que sin esta actriz el personaje y la película perderían una extraña fuerza.
Tocando el tema bastardeado de carcel de mujeres Leonera sale a flote sin contestar nunca las preguntas que la vida misma no puede contestar para disfrutar del viaje más que del destino final.
AZ: ¿Preocupaciones de la obra?
AF: Bueno nosotros empezamos a escribir la película por encargo de Pablo, nos contrataron para escribir un guión y el desafío fue, minuto a minuto, saber que nos estábamos metiendo con un tema que debía ser tratado con cierta seriedad, no en el sentido solemne de la palabra, sino con una mirada que estuviera acorde con el drama de estas mujeres. El desafío era nunca perder la empatía con el personaje, mantenerse fiel a la historia cinematográfica, pero a la vez nunca desprenderse de la idea de que estábamos retratando un mundo muy real, nunca perder la noción de que la película era importante para las personas que estaban en esa situación, y que era bueno dar a conocer este tema.
AZ: Leonera es interesante por el principio y el final como dos nieblas en la narración creando una tensión permanente. Una historia previa que no se narra totalmente y nunca se termina, un final abierto que se contesta con un principio también abierto…
AF: Nosotros queríamos siempre tomar todo con un nivel de ambigüedad, que nunca se entendiera bien lo que estaba pasando… que era más un problema legal que un problema humano, que en el medio atravesada por todas esas fuerzas estaba una persona.Queríamos acompañar a esa persona por todo ese proceso sin asegurar que su vida futura iba a ser mejor, y sin condenar que su vida pasada había sido peor.
Acompañarla por un momento de su existencia con toda la ambigüedad y el drama que esta experiencia pueda tener, que metafóricamente es como atravesar un proceso de cambio, que es lo que nos pasa a todos en algún momento, y que no tiene una explicación tan clara de por qué sucede. y qué va a pasar, sino que uno lo vive con su tensión emocional. Todo el tiempo estas con ella: “Lo que vos hagas para mí está bien, estoy siguiendo tu mirada y te estoy entendiendo”. Algo que uno debería hacer con todas las personas con las que habita.
AZ: Con temas tan delicados como el del género generalmente las películas resbalan en la denuncia y se deterioran…
AF: La idea era siempre mantener la ambigüedad y el misterio, que tuviera un punto de vista subjetivo, nunca bajar un discurso. Nosotros sabíamos que estábamos haciendo una película sobre cárcel de mujeres, el género que más se ha bastardeado en relación al lugar de la mujer en la narración , una cárcel de mujeres para ver a dos lesbianas darse un beso digamos, sabíamos que esto tenía que estar porque tampoco es ajeno al universo de la película, pero nos lo queríamos sacar rápidamente de encima…porque acá no importa la cárcel o las películas de cárcel, importa el drama de una mujer.
AZ: Se aborda el tema de género entrelazado al tema gay, la relación entre dos mujeres y la de dos hombres, ¿cuál era la necesidad de tomar esta mirada doble?
AF: La de los dos hombres está más como un contexto que se intuye y que uno no sabe muy bien qué es, en la de las dos mujeres nos interesaba profundamente que nunca entendieras la relación de las dos como una relación de lesbianismo, llamémosle como quieras pero nos interesaba la idea de personas que están sólo con mujeres entre sí pero a la vez necesitan una contención maternal, filial, lo que importa es tener a alguien que a uno la quieran y que le den afecto, amor y contención en ese momento.
Si esta persona es hombre o mujer no lo cuestionábamos, en una situación extrema lo que uno necesita es a alguien con quien compartir un poco de su vida que no sea su hijo, compartir algo de su sexualidad, de su intimidad y nunca lo pensamos como una relación homosexual. Más bien siempre lo desestimamos, en una situación asi uno necesita a alguien, nunca pensamos en la idea de que fueran lesbianas sino de que se necesitaban. La narración iba a pasar más por una contención que por algo sexual.
AZ: Sin embargo la relación entre los dos hombres no podía ser gratuita en la historia…
AF: Tampoco había nada claro, lo que sí queríamos retratar era una situación de caos, de personas que estaban todo el tiempo buscando qué pasaba, qué pasaba… Ella también, y por eso ellos estaban viviendo con ella. Y trabajamos mucho con esos personajes sabiendo que iban a quedar en off, que nunca ibas a entender qué pasaba. Creo que yo tampoco sé bien qué pasó esa noche. Pero ahí hay una intriga de la película que a mí me interesa.
AZ: Una característica de cine queer es la verdadera necesidad de no definir la sexualidad y no encasillar las necesidades humanas, ¿Se tentó esta situación en la película?
AF: Esta bueno si funciona en ese sentido, está bien también, pero nunca fue la intención. Puede que tenga que ver, pero no con un propósito claro, simplemente pensándolo desde el lugar más desprejuiciado posible, de qué haría uno en una situación así, si habitas con mujeres qué sucede con la necesidad de que te den un abrazo o un beso. Quizás es mejor, el no haber querido hacer una película con ese sentido y que la película lo manifieste.