Desde el umbral de este trance he decidido divisarme
Para encontrar todo lo que no fue visible
Despues de la larga estación donde se perdió la sombra y el ruido.
Aunque no parezca he permanecido en el modo de la ciudad,
aumentando el vaivén que estremecía las cosas,
haciendo callar a los habitantes,
que junto al olor de lo que desaparece todos los días,
me soñaban sin voz,
envuelto en el finalizar de los viajes, como despidiendome del aire,
o de los océanos que se acabaron con la navegación,
volviendo mi cuerpo deshollado para la contemplación del horizonte,
donde me ubicaban,
donde me sabían por el tono vegetal con que todo empezaba a quemarse en los ojos
y se asustaban de tenerme al lado, tan lejos, casi hablándome,
denominándose por el nombre de las cosas más transparentes:
el tejido, los instrumentos o lo gastado
Siempre me sorprendí de la armonía con que lo desconocido me cantaba,
de las cosas que me inclinaban a visitar mi transcurso;
de lo que las flores abandonan por la noche
-que tienen un extraordinario parecido a lo que busco-
Siempre me sorprendí de segregar cosas,
y de mi sorpresa me queda la mirada
y un reducto sin tiempo para el cansancio.
Cuando al reposar la tarde cimenta la forma que tendrán los inviernos
acudo a las lámparas que la tristeza restaura con un deshabitado.
Para la lumbre antigua que renace quemo mi respiración.
Morir cuando al fin se ha visto lo que entraña en la sed del olvido
es como contemplar la música final de esos ojos que callan y dan insominio.
Desde el umbral me han visto esfumándome hacia las noches que quedan, con el ruido de los ríos en una piel nueva;
la piel que da el anocher a los desconocidos.
Guillermo Bedregal García-Valencia (1954-1974)
PANCHITO Adiós amigo…"Delfindelmundo"
(firma) Alfonso Barrero Villanueva
20 de Febrero de 2009