El Teatro Mondaca se presentará del 18 al 21 de diciembre 2008, a horas 10:30 y 16:00 hrs. en el Auditorio de Entel (c. Federico Suazo), el ingreso es libre.
El Goethe-Institut, Entel y Teatro Mondacca invitan a la obra Hermanito Hermano basada en dos cuentos de los hermanos Grimm. Durante cuatro días, en horario matinal y matineé el público puede ver estos cuentos clásicos en el auditorio de Entel. Esta obra nos acerca al ambiente de navidad en la que niños y adultos disfrutan el tiempo de adviento.
La historia (anécdota) que se narra en el cuento de J. Grimm, "Los Músicos de Bremen" es la de cuatro animales, un burro, un perro, un gato y un gallo que viven en el poblado de Dibbsersen, en la Baja Sajonia (Niedersachsen) de Alemania, cuyos dueños han decidido sacrificar, porque consideran que por su vejez, éstos sólo consumen comida y ya no les son útiles para el servicio doméstico. Los animales se encuentran, después de que cada uno en forma independiente, ha huido de la casa de sus respectivos dueños. Al conocerse, deciden iniciar un viaje con destino a la ciudad de Bremen, ciudad Hanseática liberal y abierta al mundo, conocida (supuestamente) por su simpatía por los extranjeros. En su camino hacia Bremen, estos exiliados que huyen de la condena a muerte, llegan al anochecer a una choza en la que están pernoctando unos bandidos. Con el objeto de amedrentarlos para ocupar ellos la vivienda, forman una figura esperpéntica con sus cuerpos, al treparse en la espalda de cada uno de ellos, en el orden que se ha mencionado. Así emiten los sonidos propios de su especie, en unísono, lo que hace huir de terror a los bandidos. En el cuento, en realidad no se sabe si los peregrinos llegaron a Bremen, o se quedaron en el camino en una de sus aventuras melódicas.
Hänsel y Gretel son los hijos de un pobre leñador. Temiendo el hambre, la mujer del leñador (la madrastra de los niños) lo convence para que lleve a los niños al bosque, y luego los abandone allí. Hänsel y Gretel escuchan el plan de su madrastra, y recogen guijarros blancos, para dejar un rastro que les indique el camino de vuelta a casa. Después de que vuelven, su madrastra convence de nuevo al leñador para abandonarlos; esta vez, sin embargo, ellos sólo pueden dejar un rastro de migas de pan. Desafortunadamente, los animales del bosque se comen su rastro de migas ocasionando que Hänsel y Gretel se pierdan. Perdidos en el bosque, encuentran una casa hecha de pan, con ventanas de azúcar, la cual empiezan a comer. La habitante de la casa, una vieja mujer, los invita a entrar y prepara un banquete para ellos. La mujer, sin embargo, es una bruja que ha construido la casa para tentar a los niños, y así ella pueda cebarlos y luego comerlos. La bruja encarcela a Hänsel, y hace a Gretel su sirvienta. Mientras ella se prepara para hervir a Hänsel, la bruja le dice a Gretel que se meta dentro de un horno para que se asegure que está preparado para cocer; pero Gretel supone que la bruja está intentando cocinarla, y engaña a la bruja para que se meta en el horno, cerrándolo después de que entra. Cogiendo joyas de la casa de la bruja, ellos parten a su casa para reunirse con su padre, cuya mujer ya había muerto. "Así fue que toda necesidad llegó a su fin, y ellos vivieron juntos en perfecta felicidad". La bruja de la casa de caramelo, se cocinó, y quedó ahí muchísimos años más y ahora la casa está habitada por dos niños que comen poco a poco la casa.