Los actos de violencia vividos el pasado 9 de septiembre en la ciudad de Santa Cruz han obligado a suspender, por cuestiones de seguridad, los actos previstos en esta ciudad en el marco del IX Festival Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígenas. Después de la toma por parte de los grupos de choque de la oposición “cívica” de diferentes instituciones públicas y medios de comunicación afines al gobierno, se temen ataques a los participantes de dicho festival. Este es el motivo que ha obligado a las organizaciones indígenas originarias convocantes a suspender el festival en Santa Cruz.
Desde 1985 la Coordinadora Latinoamericana de Cine y Comunicación de los Pueblos Indígenas, CLACPI, junto a Organizaciones Indígenas y aliados de diferentes países, impulsa el desarrollo de los Festivales Internacionales de Cine y Video de los Pueblos Indígenas. En esta edición, la violencia y la intolerancia han acallado el mensaje de los pueblos indígenas y originarios de muchas partes del mundo.
Después del triunfo de la violencia y la sinrazón, el festival no tiene más remedio que trasladarse ahora a la ciudad de La Paz, donde estaba previsto su inicio el próximo domingo 14 de septiembre, con la presentación de la película “El grito de la selva”, primer largometraje de ficción indígena producido en Bolivia. En esta película se narra la lucha de los pueblos indígenas de la amazonía boliviana por defender su territorio del avasallamiento sufrido por parte de grandes latifundistas. Precisamente, estos latifundistas y otros grupos opositores, son los que ahora pretenden frenar el proceso de emancipación que viven los pueblos indígenas en nuestro país.
Sin embargo, la violencia de los intransigentes no impedirá que el IX Festival Internacional de Cine y Video de los Pueblos Indígena consiga: afirmar el pleno reconocimiento social, político y cultural de los pueblos indígenas; resaltar el valor de la imagen y la comunicación para celebrar un mundo plural en el que los pueblos indígenas puedan construir el futuro que buscan; motivar la producción de obras cinematográficas y videográficas que dan voz y que los retratan dignamente; ni fortalecer los lazos que unen a las y los comunicadores indígenas y no indígenas de diferentes continentes luchando por un mundo más justo y por el pleno reconocimiento del derecho a la autodeterminación.
La Paz, 10 de septiembre de 2008