Solo Queremos estar en Todas Partes

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Roberto Oropeza (Cochabamba, Bolivia, 1986). Publicó el poemario Invisible Natural (Editorial Yerba Mala Cartonera, Bolivia, 2009).  Obtuvo el primer lugar en el VIII Concurso de Poesía Mio Comteco Móvil (2011) y el primer lugar en Concurso de poesía joven, Fundación Pablo Neruda (2016). Fue publicado en  f/22 Antología Poética (La Ubre Amarga, Bolivia, 2011); Microcosmos, antología de poesía juvenil (Editorial Torre de papel, Bolivia, 2013); Tea Party II: muestra dinámica de poesía latinoamericana (Editorial Cinosargo, Chile, 2013) y Guatapu: Voces Poéticas de Latinoamérica (Editorial Aratiku Produktion, Paraguay, 2016). Actualmente es editor en Yerba Mala Cartonera.
 
 

¿A dónde vamos?

solo queremos estar en todas partes

como los muertos arrojados al mar.

 

 

 

Estas son las sombras

que no puedo explicar

solo queda agitarlas

—como se agita un caleidoscopio—

y temer por la forma que adopten.

 

Esta es la rama con la que se rasga el cielo

abriéndole un vacío

o varios.

 

 

Cambio De Agujas

 

Estos son los últimos minutos que estaremos juntos:

recostados en el asiento trasero del taxi,         

cerrando los ojos

mientras la sirena de la ambulancia

pasa rápidamente en dirección contraria.

 

 

 

Familia

 

Los equilibristas cruzan los dedos

y mientras caen

se abre el cielo:

han aceptado perderlo todo.

La soledad crece a ras del piso.

 

El dolor es un rayo eléctrico

que ilumina todos los nervios.

Que el cuerpo se estrelle

y todo lo que quede de él

sea una masa de cabellos finos y sangre

como algo que no pudo nacer

o simplemente no quiso;

un buen vino también merece ser desperdiciado.

 

 

 

 

Final

 

 

Se sabe que se va a perder

se ha apostado por un camino mal iluminado

lo único que buscábamos era borrarnos de la memoria de los demás.

 

Cuando pierdes el rumbo,

siempre queda el sur.

 

Los amigos se fueron de vacaciones,

la amante pidió permiso antes de usar el control remoto.

La imagen que tienes del vacío

es un cuarto repleto de gente

mirando de forma inexpresiva mientras te comes las uñas de los dedos.

 

Si sobrevivimos a este mes

al día siguiente abrazaremos al primero que veamos

antes de regalarle un billete falso;

que la desgracia lo proteja y lo tenga en su gloria.

 

 

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