Fotograma de Los Viejos
|
Ana y Toño | Fotograma de Los Viejos
|
Ana y Toño
|
“Espero generar un debate sobre el tema cinematográfico, sobre formas y estructuras narrativas, sobre nuevas maneras de contar (…) Si en otros países latinoamericanos se ha hablado del tema en films y documentales diversos, en el nuestro se calla” MB
El trailer, como acontece con los buenos adelantos, es un fragmento oscuro, con vida propia. Sucede que en algunos filmes resulta incluso mejor que la propia película; aparentemente este no es el caso; el capullo aún sin abrir, promete sorpresas de un inquietante mundo interior. Los Viejos, señala el realizador, “son los padres, es una cuestión del paso del tiempo”. Perversa referencia que anticipa a ciegas, hábilmente soltado el anzuelo aún sin poder ver la obra acabada, del segundo largometraje del director cochabambino Martín Boulocq. Estreno que preparado para el nueve de Junio.
Con astuta estrategia publicitaria, aparecemos rodeados por las paredes de la casa de Zona Sur, hogar de Cine Nómada, y con Juan Carlos Valdivia como anfitrión, coproductor de Los Viejos. No es casual que la entrevista con Boulocq se hiciera en ese espacio nuclear de creación, ya que Los Viejos guarda cierta no premeditada cercana distancia o afinidad con Zona Sur. Para Boulocq la creación es un proceso, un cuento Rodrigo Hasbún “La Carretera” da origen al guión del film, escrito por ambos, ganando el 2007 el Concurso nacional organizado por Petrobras y el Conacine. El relato original no contemplaba el trasfondo histórico de la dictadura. A pesar de no haberla vivido, el realizador la introduce, justamente porque considera que es un tema del que no se ha hablado lo suficiente en Bolivia, se ha callado; la familia, en Los Viejos, reproduce los perversos mecanismos de esta dictadura. “Una historia de control, una historia evocativa, con el ritmo del campo, que es a la vez un relato de amor (…) donde el sonido es más importante que los diálogos”. Rodado en los viñedos de Concepción de Tarija, la película desata una trama sin pretensiones localistas, Valdivia afirma que es más bien un film cien por ciento boliviano, creado por la concertación de gente diversa, cochabambina, paceña, tarijeña.
Un film cuidadoso en la poética de forma, con el sello de la calidad de la cámara Red. Los viejos parece ser la respuesta de una generación nueva a las imágenes perdidas, su pasado más profundo. A mi modo de ver, en Los Viejos no sólo se retratará el olvido de la dictadura, sino una nebulosa dictadura del olvido en la historia boliviana.
AZ. No es la primera vez que basas tu obra en la prosa de Rodrigo Hasbún, como materia prima de tus adaptaciones ¿Por qué Rodrigo, qué es lo que más te gusta de su literatura?
MB: En realidad es una cuestión de amistad, a Rodrigo lo conozco desde que éramos niños y antes de saber a que nos íbamos a dedicar hacíamos música, compartíamos mucho de nuestros gustos, y nos hemos formado de alguna forma juntos, yo creo que la cosa va más bien por ese lado.
JCV: Yo creo que es una cuestión generacional, me parece interesante que personas que han crecido juntos, estén haciendo cine, estén escribiendo juntos, y que él esté tomando otros autores de su generación. Y que esa nueva generación sea sólida, con una relevancia hasta mundial. Yo acotaría que a él le interesan las obras que piensan como él que son también de su generación, y eso es lo interesante para mí, tener otros referentes.
AZ: ¿En qué consiste esta diferencia generacional si se está dando realmente?
MB: Yo creo que sí, totalmente hay una ruptura. Pero una ruptura no significa necesariamente desechar lo que había, sin también transformar, quizás también el mundo está cambiando, y cada vez más rápido y creo que mi generación y generaciones cercanas, hemos crecido en otro tipo de contexto, y eso de alguna forma nos lleva a reflejar la vida de otra manera. No creo que se trate de una cuestión adrede, si no que es orgánico, porque es necesario. (…) Lo que pasa es que antes se ha tomado el cine como un privilegio de pocos. Todas las películas se hacían en una sola región, no importa en cual región, pero ahora, la gente misma, los cineastas se están dando cuenta que el cine está abierto al que quiera. Por supuesto eso no significa que cualquiera va hacer o puede hacer cine, lo mismo que no cualquiera puede ser un escritor (no porque tenga una varita mágica, sino por el esfuerzo que requiere serlo). A pesar de lo difícil y sacrificado de hacer cine no se trata de un privilegio sino se trata de una decisión de una forma de vida.
AZ: ¿Cómo logras cazar ambos lenguajes el de la escritura y el lenguaje del cine?
MB: Esta difícil llevar algo y transcribir el sentido, entonces lo que con Rodrigo decidimos es que el cuento nos sirve de base, pero se crea otra cosa. Después de que tu veas la peli, y leas el guión, tú me preguntaras ¿de dónde, qué es?. Se trata más de una aproximación a las cosas, de una forma de ver la realidad, más que la historia misma. Si bien la historia es importante para mí es muy importante el lenguaje cinematográfico, es decir lo que la imagen y el sonido te puedan dar. (….)Cuando hicimos Rojo yo no quería que las imágenes, sean reproducción de los diálogos tal como estaban en el cuento, tenía que haber una cuestión como dices tú paralela. Yo siento que Rojo es como una transición, Lo más Bonito, a Los Viejos. Pero sí, es verdad que yo siempre he tenido una cercanía a la literatura incluso antes de hacer cine escribía, y me gustaba mucho la literatura; pero también estoy consciente que son lenguajes totalmente distintos y se trata de explorar cúal es la escencia que puedes sacar de un texto para poner a una película. Sin que se vuelva una reproducción fiel.
AZ: ¿Consideras que Los Viejos es un cine poético, donde la imagen no acompaña necesariamente la palabra, sino que se desvía para crear metáforas, a diferencia del más descriptivo cine en prosa?
MB: Posiblemente sí.
AZ: El realizador Sergio Bastani nos decía que sentía que algún público no se sentía cómodo con el sentido poético en la forma de sus obras. ¿Buscas el reconocimiento del público, sabiendo que posiblemente este lenguaje no sea fácil de asimilar, o más bien buscas provocación, el choque?
MB: a mí me interesa que la gente esté abierta, porque esto tiene que ver con la descolonización, estamos acostumbrados y se nos ha impuesto una manera de ver y de hacer cine. y esa imposición es el cine Hollywood, es el cine que el noventa y nueve por ciento de la gente ve. Esa es una imposición yo creo que la gente tiene que estar abierta a otras posibilidades, y que no necesariamente tienen que ser muy sesudas, intelectuales, y que no entienda las metáforas. Sino a una experiencia, como probar, no sé un plato distinto, no te pones a analizar un libro, pruebas sus sensaciones, también y al final te gusta o no te gusta. A mí me interesa eso del público que vaya con plena disposición a ver una cosa, a vivir una experiencia distinta, sobre todo eso experiencia.
AZ: ¿Qué afinidad tienes en Los Viejos con Zona Sur, una pregunta que puede ir de ida y vuelta para ambos, para Valdivia y para ti, entre las dos películas? porque de alguna forma ambas están trabajando simbólicamente, a través del núcleo familiar, lo que está sucediendo con el país en el presente, y en la herida un pasado actualizado, en el caso de Los Viejos.
MB: Sí, en Zona Sur hay muchas cosas en común posiblemente, una de ellas es la búsqueda de nuevos lenguajes y nuevas miradas, y también de dar la intimidad desde los espacios, y por otro lado creo que la mirada de Juan Carlos es muy auténtica, muy suya. En el caso mío es también una búsqueda muy propia. ¿Qué opinas tu Juan Carlos?
JCV: Porque además yo termine Zona Sur en mediados de abril, y tu empezaste a finales de abril, no sabias lo que estaba haciendo, yo no sabía cómo iba a ser su película. Son películas muy diferentes pero si hay cosas en común, y también si lo he apoyado es porque de alguna manera hay un tipo de cine el que yo estoy interesado ahora. Pero sí, yo creo que hay gente que podrá ver muchas similitudes, y por supuesto son miradas, las películas son muy diferentes.
MB: No tiene que ver solamente con nuestras películas sino con un cine contemporáneo con un cine de hoy en día.