Entrevista a Ramiro Garavito

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¿Qué entendemos por arte contemporáneo "boliviano"?

RG. Podría decirte que es todo arte hecho aquí por artistas bolivianos en el tiempo actual, lo cual es una obviedad de perogrullo que no aporta nada esclarecedor al aparente pastiche que vive el arte en general, aún así, suele ser una definición sobre todo en ciertos ámbitos académicos u “oficiales”; según esto, “artistas contemporáneos” son todos los que, al presente y aquí,hacen arte, lo cual cronológicamente es cierto, pero el termino “contemporáneo” usado hoy en día en el mundo del arte señala mas bien un sentido “ideológico”, es decir, señala un arte cuyas características son bastante singulares como para suprimirlas bajo una noción de arte universal, diferenciada apenas por la cronología. Entre esas características específicas del arte contemporáneo esta su propia denominación, que alude a la necesidad de referirse reflexivamente a la realidad del presente cotidiano, lo que no sucede con el arte clásico, ni con el arte moderno, las otras características provienen de haber asumido todo el bagaje de conceptos y formas de las vanguardias artísticas como su tradición mas inmediata, aunque sin los propósitos de éstas. Creo que para entender precisamente qué es el arte contemporáneo en ese sentido “ideológico”, es necesario comprender, en principio esos dos momentos que lo preceden; primero, el momento en el que el arte se convierte en arte, o lo que llamamos Renacimiento o arte clásico; y segundo, el momento en el que aparece otro arte muy diferente, y rompe radicalmente con la tradición mimética renacentista, el de la modernidad vanguardista; y luego, hay que diferenciar entre el arte contemporáneo y el arte moderno de las vanguardias artísticas.
Con ese preámbulo inevitable yo te diría que arte contemporáneo boliviano es ese arte hecho en Bolivia que utiliza estratégicamente los lenguajes internacionales derivados de los experimentos de las vanguardias artísticas, para sus propios propósitos de carácter local, asumiendo además el carácter reflexivo de su actividad como herencia principal de una de las vanguardias mas importantes, el arte conceptual.       
 
¿Quiénes empezaron este arte  en Bolivia, o a partir de  hecho significativo (sin afán de encasillar el proceso)  se puede hablar  de un arte contemporáneo boliviano?.  
RG. El arte contemporáneo boliviano, aunque sin llamarse así, surge de un espíritu de experimentación y de rebeldía frente a los cánones y reglas del arte clásico, pero también frente a la situación política tradicionalmente signada por la arbitrariedad; ese espíritu ya estaba presente de algún modo en los años sesenta, inspirado en los ecos lejanos, también  experimentales, de las vanguardias artísticas. En este periodo experimental donde se  reafirman el paradigma cultural del collage; la reflexión y el concepto por encima de la forma, la belleza y el oficio; la atención a la realidad inmediata cotidiana; el rechazo al academicismo normativo; el uso abierto de la oposición figura-abstracto y de los recursos del kitsch y del arte no culto; la idea de que el propósito principal del arte ya no es la representación de realidad externa de la naturaleza, ni la realidad formal del arte, ni solo la realidad compleja del individuo, sino también la realidad de la cultura y sus incidencias políticas; etc. En este sentido, las obras de artistas como Roberto Valcárcel, Gastón Ugalde y Sol Mateo y otros con una producción mas esporádica, irán configurando lo que a mediados de los noventa se llamaría “arte contemporáneo”, La reivindicación  del termino “arte contemporáneo” por parte de algunos artistas sobre su propio trabajo, culminara con un proyecto llamado Artefacto (1996), donde artistas como Roberto Valcarcel, Sol Mateo y Raquel Schwartz se proponen investigar “las posibilidades del arte contemporáneo rescatando aspectos sustanciales del arte prehispánico”.Por otra parte, esa reivindicación supondrá el surgimiento de una conciencia sobre lo que se estaba haciendo, lo cual reavivará la antigua polémica entre lo foráneo internacional y lo especifico local, entre lo nuevo y lo tradicional, sin que existan puntos intermedios de continuidad entre ambas posiciones. Posteriormente, en el 2002, hubo otro planteamiento inédito cuando surgió el primer concurso nacional de arte específicamente contemporáneo, (CONART), impulsado por dos artistas, Angelika Heckl y Ramiro Garavito, que, desde una posición conceptual artística nítidamente contemporánea, planteaba explícitamente la necesidad de “conservar la especificidad local, en un ámbito de vigencia internacional, evitando caer en el folklorismo o en posiciones arcaizantes o nacionalismos fundamentalistas, y proponiendo mantener una posición de apropiación critica y estratégica de los lenguajes internacionales contemporáneos”.
 
¿Actualmente qué porcentaje de artistas bolivianos han optado por desarrollarse en este arte?
RG. No me atrevo a determinar el porcentaje de artistas bolivianos que hacen arte contemporáneo, lo que es claro es que cualquiera que sea ese porcentaje, esta creciendo constante e inevitablemente, lo cual es comprensible: es el arte que se plantea problemas y lenguajes de este tiempo precisamente. 
 
¿Se dice que  no debemos confundir el arte contemporáneo boliviano, con el moderno boliviano, qué los diferencia en la simultaneidad temporal?.
RG. El arte moderno, tal como se ha manifestado en Bolvia, es básicamente pintura y escultura, ya sea abstracta, surrealista o de libre figuración, tendencias que provienen directamente de la modernidad vanguardista. En el arte contemporáneo no existen esta clase de manifestaciones como tales, los que hay es un hibrido constante que disuelve toda definición clasificatoria, el arte contemporáneo es un arte que vive permanentemente en la frontera, por eso su dificultad para definirlo. La pintura contemporánea, por ejemplo, es una mezcla de abstracción y figuración que tiene muy poco que ver visualmente con lo que se hizo en la modernidad. Y lo más importante, el arte moderno, no solo boliviano, es más formalista, en cambio el arte contemporáneo no lo es en absoluto, es mas bien nítidamente conceptual.
 
¿Cuáles son las tensiones de este  arte con el resto de las artes actuales en Bolivia?
RG. Las tensiones que pudiera haber entre las artes visuales (el arte contemporáneo) y el resto de las artes son principalmente de carácter conceptual y la organicidad rigurosa que supone la dependencia de la forma al contenido o concepto. 
 
¿Cuáles son las  confusiones que usualmente tenemos en torno al  arte contemporáneo boliviano?
RG. Creo todas se derivan de la incomprensión  que hay respecto del carácter doble y diferencial que suele tener el término “arte contemporáneo”: el cronológico y el “ideológico”. Esta también, como elemento de incomprensión, el prejuicio de mirar el arte contemporáneo como se miraba el arte del pasado, y pensar que el arte ha sido siempre igual: el arte es histórico, no tiene esencia ontológica.    
 
¿Qué “tendencias" existen  dentro del arte contemporáneo boliviano, se escucha hablar por ejemplo de video arte, performances, instalaciones?; ¿Donde cabe el arte conceptual dentro de esta propuesta de arte?
RG.  Una de las especificidades más notorias del arte contemporáneo es la disolución permanente de fronteras estilísticas, categóricas o disciplinarias, y esto tiene que ver con que los artistas trabajan fundamentalmente sobre la base de una idea o concepto (herencia vanguardista), el cual determina, por una necesidad de carácter orgánico, el tipo de medios o lenguaje a utilizar, sea este performance, instalación, video- instalación, pintura, o una mezcla de estos medios, que no siempre encuentran un nombre. Es decir, el concepto determina el medio o los medios a usar. Las clasificaciones son una necesidad de los investigadores o historiadores no de los artistas. Tampoco existen tendencias en arte contemporáneo, eso pertenece a la modernidad vanguardista. Lo más parecido son determinados temas alrededor de los cuales pueden trabajar varios artistas, por ejemplo el concepto de “casa”, entorno al cual reflexionan y trabajan muchos artistas.
En cuanto al arte conceptual, yo te diría que prácticamente todo el arte contemporáneo es de carácter conceptual. De hacho, el arte conceptual, junto al dadaísmo y Duchamp, es probablemente la vanguardia más influyente en el arte contemporáneo. 
 
¿Existen  artistas bolivianos que se  mueven en  la academia y a la vez   por el contenido de su arte  son contemporáneo?
RG. No creo que eso sea posible simultáneamente a riesgo de padecer una especie de esquizofrenia. La Academia enseña básicamente  arte clásico, es decir, los conceptos y el oficio de cómo representar del modo mas perfecto posible la naturaleza y la realidad sensorial  en términos de belleza objetiva, en cambio el arte contemporáneo enseña fundamentalmente a reflexionar acerca de la realidad cotidiana del aquí y del ahora y de resignificarla visualmente con cualquier medio visual o audio visual;  no pretende ninguna clase de objetividad. Es que el arte que fundaron las vanguardias artísticas, del que el arte contemporáneo es su resultado, es ciertamente otro arte. Yo estudie en una Academia típica, pero también a centros de enseñanza de arte contemporáneo: la diferencia es radical, lo que no significa que el arte contemporáneo no incorpore ocasionalmente el arte del pasado con propósitos críticos. 
 
¿Cúanto dinero mueve el arte contemporáneo en Bolivia?
RG. No tengo idea, Yo soy artista y filosofo. Por cierto, ¿Sabrá alguien?
 
¿Podría mencionar a algunos valores de este arte en Bolivia?
RG. Me olvidaría injustamente de algunos, así que prefiero no hacerlo. 
 
¿Existen  publicaciones específicamente especializadas en arte contemporáneo que podamos destacar?
RG. ¿En Bolivia? Definitivamente no.
 
¿Qué instituciones están verdaderamente comprometidas  a desarrollar este arte?
RG. En realidad no hay una institución que esté comprometida en desarrollar específicamente el arte contemporáneo, lo cual es lamentable, teniendo en cuenta que es el arte de nuestro tiempo y su capacidad para incidir en la construcción de la realidad. Si hay, sin embargo, instituciones que contribuyen a su desarrollo; está la Fundación Patiño en los tres departamentos principales, El Siart o la bienal Internacional de arte, la Bienal de Santa Cruz, el Proyecto mARTadero, eventualmente Fautapo y la embajada de Holanda.   
 
¿Qué dificultades atraviesa el desarrollo de este arte en nuestro medio boliviano? 
RG. Supongo que la mayor dificultad es la carencia de centros de enseñanza, luego esta la falta absoluta de apoyo del Estado en todas sus instancias y la ausencia de teoría publicada, es decir, de reflexiones que estructuren la pertinencia política y cultural del arte contemporáneo en un país como Bolivia.
 
 
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Acerca del autor

Escritora y periodista cultural. Licenciada en Literatura. Ha publicado el poemario “Fragmentos en el Aire” Ed. Gente Común. Relatos en las compilaciones “Algo por el Estilo” (Marcelo Villena, UMSA), “Memoria de lo que vendrá”,(Juan González, Nuevo Milenio), en “Más de cien escritores bolivianos” (Roberto Agreda Maldonado Ed. Kipus), en la Antología Primer Festival Internacional de Poesía José María Heredia, Toluca 2017 y la Antología XXII Enero en la Palabra. En medios como Los Tiempos, La Razón, El Diario, Opinión, Revista “Tu mundo”, Revista Municipal de Culturas “khana”, Revista de poesía “Alforja” y Cuadernos de Literatura “Pensamiento Decolonial y Literatura”. Como crítica de cine, ha publicado junto a Marcelo Reyes “Apuntes de Cine” Ed. 3600. Desde 2002 hasta la fecha es editora de la revista digital de arte y cultura, Palabras Más, de la que es cofundadora.

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